martes, 4 de septiembre de 2012

Tractores oficiales o el ‘Caso de las fundas azul Mahón’

 

“El presidente de la Junta Vecinal de Villacadriles de Abajo, M.C.D., ha sido condenado a dos años de prisión por un delito de cohecho impropio tras aceptar varias fundas azul Mahón multibolso de un conocido comercio local. Además, el pedáneo fue denunciado ayer por la oposición por haber empleado el tractor oficial, supuestamente, para bajar hasta la villa con su compañera sentimental, comer una ración de callos en un bar de la plaza y endosar finalmente la factura de la cazuelilla a la comunidad de regantes. El alcalde de la Entidad Local Menor, por su parte, se mantiene encerrado desde ayer en la caseta de la báscula tras recibir amenazas por parte de una de las solanas que opera desde la Calle Mayor

Foto 'prestada' por el grupo en Facebook 'NO A LA SUPRESIÓN DE LAS JUNTAS VECINALES'

Esta coña que no tendrá ni puta gracia para la mayoría, pretendía ser un homenaje simpático a todos los presidentes y presidentas de las entidades locales menores de nuestra provincia, personas entregadas a los intereses de sus pueblos y sus moradores que, afortunadamente, no suelen salir en los periódicos señalados por usar a discreción coches oficiales, pagar comilonas con dinero comunal, recibir regalos caros, enchufar a sus sobrinos en el consejo de administración de una gran empresa o tener doce sueldos públicos.

Y digo esto, porque el brillante Gobierno de España, ese que vela noche y día por los intereses de nuestros pueblos, quiere suprimir ahora las juntas vecinales. Todavía no tengo muy claro porqué lo hace, pero que los resultados no nos serán ventajosos a las gentes del pueblo, eso, lo veo nítido del todo. 

Por este motivo, y siguiendo los pasos de otras comarcas leonesas, (Omaña, Toreno, por citar algunos ejemplos) ocho de las nueve juntas vecinales integradas en el municipio de Villazanzo de Valderaduey (Alto Araduey) han decidido aunar fuerzas y mostrar, a través de una plataforma, su rechazo frontal a la propuesta del Gobierno de España que, según el Anteproyecto de Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, (sólo escuchar el nombrecito que le han puesto al anteproyecto me provoca ganas de potar) prevé la desaparición de las entidades locales menores.

En el texto del anteproyecto de marras no se justifica de ninguna forma la eliminación de las entidades. No dice nada, sólo que se las cargan porque sí. No hablan de ahorro, ni de racionalización de recursos, ni de duplicidad en las competencias, ni que los presidentes de las juntas vecinales se pasen gastando en tractores oficiales… nada; se las cargan y punto. A lo Loreal, porque yo lo valgo. El único que ha dicho algo ha sido el ‘brillante’ ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, quien argumenta la medida aduciendo que las pedanías son “obsoletas y opacas”.

La tercera parte de las juntas vecinales de España está León; seguramente, lector, lectora, tu vives en una de ellas o, al menos, pasas ahí tus días de asueto. Como sabrás, l@s integrantes de las juntas vecinales se eligen por los propios vecinos de los pueblos en las elecciones locales, a pecho descubierto, con nombres y apellidos y no respaldados por las siglas de un partido si no quieren.  Supongo que esta característica es lo que imprime a nuestras pedanías un sentido democrático con letras mayúsculas.

“Los orígenes de este sistema de organización del León rural se remontan a los tiempos del reino leonés, y hoy en día constituyen un ejemplo de autogestión democrática de los recursos colectivos de cada pueblo que se reinvierten en los mismos pueblos con un gasto administrativo casi nulo, pues los miembros de las juntas vecinales casi nunca cobran por el servicio que prestan a su comunidad”.

Es cierto, los dirigentes de nuestras pedanías no cobran por su gestión a pesar del trabajo que desarrollan. Vale que en algunas hay un pitorreo que te cagas, pero en manos del pueblo está la elección de sus representantes y, en su caso, de mandarles a tomar por el cuete.

“Nos encontramos ante un nuevo intento de acabar con el sistema de autogobierno de los pueblos leoneses por parte del centralismo, que se suma a otros intentos fracasados de los dos últimos siglos de eliminar el mejor ejemplo de democracia directa que existe en España, y que, de culminar con éxito, podría suponer el final del León rural”, dicen desde la Asociación Cultural Faceira, a quien apoyo por esta argumentación que así justifican:

- De consumarse la desaparición de las juntas vecinales leonesas, no hay ninguna garantía de que los beneficios que genera el patrimonio comunal que ahora gestionan reviertan en los pueblos que lo ha detentado durante siglos. De hecho, se abre una peligrosísima vía para que los políticos especulen con los terrenos de los pueblos en función de intereses partidistas, sin atender al interés de los vecinos que durante generaciones han conservado y acrecentado el patrimonio colectivo de los pueblos. Las necesidades de los pueblos que ahora se cubren con los recursos colectivos que pertenecen y gestionan los vecinos a través de las juntas vecinales pasarán a ser gestionados por los políticos en los ayuntamientos, anulándose completamente la capacidad de los vecinos para decidir sobre el destino de sus propios lugares.

- En la actualidad aproximadamente un 30% del territorio de la provincia de León está en manos de las Juntas vecinales; ninguna otra administración puede asumir una gestión de los bienes comunales de manera tan barata y eficaz  como la que realizan hoy las juntas vecinales leonesas. Las propiedades de las Juntas vecinales ya son públicas, pero muchas de ellas son comunales, y solo los vecinos de los pueblos pueden decidir sobre ellas.

- La eliminación de las juntas vecinales leoneses supone una vulneración de la Carta Europea de la Autonomía Local del Consejo de Europa, y puede implicar un conflicto entre el Estado y las Autonomías por no respetar las competencias autonómicas en materia de régimen local.

- Las juntas vecinales son instituciones herederas de los concejos leoneses, constituyen, por tanto, un patrimonio cultural e institucional milenario que convierte a estos entes en el exponente más claro de la personalidad leonesa.

En Villazanzo ya están haciendo bloque y, en Gradefes, un municipio próximo a nuestra comarca, también buscan los ‘vacíos legales’ que permitan a las juntas vecinales continuar gestionando sus bienes.
Por otro lado, el próximo día 7 de septiembre se constituirá la Federación Leonesa de Entidades Locales Menores (FLELM)


NO A LA DESAPARICIÓN DE LAS JUNTAS VECINALES

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